¿QUÉ TIENEN EN COMÚN EINSTEIN, EL ALZHEIMER Y EL UNIVERSO?

Einstein, el Universo y el Alzheimer

¿Qué es el alzheimer, sino una burla del tiempo? ¿Y qué es el tiempo, sino un baile entre olvidos y memorias? ¿Qué es la memoria, sino un almacén de recuerdos en el que nadie vuelve a ser quién fue? ¿Y qué son los recuerdos, sino la señal de lo que siempre ha sido nuestro y ya ha dejado de serlo?

¡Qué bromas nos gasta el monstruo-tiempo! Como punto de partida de su segundero, nos sitúa en un punto muy concreto de una escurridiza línea vertical; después, nos obliga a resbalar por ella para poder adaptarnos a las circunstancias de la vida, subiendo y bajando igual que el protagonista de aquel cuento infantil que, para huir del ogro, trepaba, subía y bajaba por una planta que rompía las nubes. 

¿Cómo vamos a comunicarnos con un enfermo de alzheimer, si no sabemos reírnos del tiempo?

Dejando al margen la relatividad de un genio como Einstein, me pregunto si sólo el alzheimer y el Universo han sabido burlarse del, ya de por sí, burlesco tiempo. El alzheimer rompiendo las estructuras de pasados, presentes y futuros, y el Universo a través de las estrellas, que juegan con ilusiones anacrónicas mostrándose cuando ya no existen, y ocultándose cuando de verdad son. ¡Magia de apariciones y desapariciones de la chistera del cielo! ¡Y burlas del Universo que como el alzheimer, se mofa del tiempo a través de fallidas lámparas nocturnas, fabricadas de segundos eternos!

(capítulo 1, página 3 del libro "Mi madre-niña: un viaje al corazón, desde el corazón del alzheimer".
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